This meagre military squad was divided in capitanías (companies) of one hundred men each although we know that Cortés had 11 captains, noblemen , at the start of the expedition. We can conclude then, although this military force was organized under Ferdinad the Catholic's ordenanzas (ordinace) of 1496, the command chain was very simple; from the infatry to captain and from there to General Captain.
After the Centla battle againts the chontal mayans Gonzalo de Sandoval is not promotioned, despite his bravery and fearlessness because, according to Díaz del Castillo, "was a lad then [and] he no was apt to command [...] until we saw him grow up in that way [...]."
The illustration show us Gonzalo de Sandoval after the first contact with the Mesoamerican indians. Evidence of this is that he changed his worn-out gambeson for a ichcahuipilli, the renamed quilted cotton mexica armour. If we look he had changed too his cutarras for a new pair of Mesoamerican sandals. This adaptation is inherent of this kind of cultural contact but are more. Martín Gómez point out tha the castillians adopted this piece, the ichcahuipilli, because its "more comfortable and cheap [...] and properly against the indians weapons, mainly the arrows and the darts. No overwhelming by the weight nor heat by the sun [...] and easy to change if it rip."
This pieces can obtained by war booty, pillaging to casualty on the fields, or like defeated tribute, as was usually among the indigenous themselves. It use spread among the troop during the Conquest because the kind of war of the indians made useless the european metal armours.
Nevertheless many keep using the metal gorgets and helmets because in a hand to hand combat the posibility to be beheaded by a macahuitl or be reached by a arrow existed yet. For that own Gonzalo de Sandoval keep his iron gorget and cabacete adding a metal buckler instead his hide adarga. Maybe he obtained this shield from a fallen arm mate or as present by prove during the Centla Battle that he was more than a horsekeeper.
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Debemos tener en cuenta, ante todo, que el "ejercito" de Cortés no era tal en el estricto sentido de la palabra. Como apunta Fernando Redondo Díaz la "composición interna de la hueste de Cortés es difícil de entender por su propia simplicidad" dado que serían poco más de 500 castellanos entre marineros, escribanos, carpinteros, médicos, herreros, etc.
Este exiguo cuerpo militar era dividido en capitanías de cien hombres por lo general aunque sabemos que Cortés contaba con 11 capitanes hidalgos al principio de la expedición. Por lo que se deduce que, aunque esta fuerza militar se organizaba según las ordenanzas de Fernando el Católico de 1496, la cadena de mando debería ser muy sencilla; de infantería a capitán y de allí a capitán general.
Después de la batalla de Centla contra los mayas chontales Gonzalo de Sandoval no asciende de grado, pese a su bravura y arrojo porque, según Díaz del Castillo, "era mancebo entonces [y] no se tuvo en tanta cuenta con él [...] hasta que le vimos florecer en tanta manera [...]."
La ilustración nos muestra un Gonzalo de Sandoval ya una vez entrado en contacto con los indios de Mesoamérica. Prueba de ello es que ha cambiado su gastado gambesón por un ichcahuipilli, la famosa armadura de algodón reforzado de los mayas y mexicas. Si nos fijamos también ha cambiado sus antiguas cutarras por las sandalias indígenas de la región. Esta adaptación se debía a multiples factores a parte del inherente de este tipo de contactos culturales. Martín Gómez indica que los castellanos adoptaron esta pieza, la ichcahuipilli, debido a que era "más cómoda y económica [...] y guardaba adecuadamente de las armas usadas por los indios, en especial de las flechas y dardos lanzados con propulsor. No agobiaba por el peso ni los rayos del sol la calentaban [...] y si se rompía era muy fácil de reponer."
Estas piezas se obtenían ya fuera como botín de guerra, expolio a los caídos en combate, o bien como tributo de los derrotados, como era usual entre los propios indígenas. Su uso se difundió mucho entre la tropa durante la conquista ya que el tipo de guerra presentado por los indios mesoamericanos no requería de la protección de las corazas de metal europeas.
Sin embargo muchos optaron por seguir usando golas y cascos de metal dado que en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo había peligro de ser decapitado por un macahuitl o ser alcanzado por una piedra lanzada por hondas. Por ello Gonzalo de Sandoval conserva su gola de acero y su capacete al que ha incorporado una rodela de acero en lugar de su adarga de piel. Este escudo seguro lo ha obtenido de un compañero caído o como premio por demostrar ser más que un cuidador de caballos durante la batalla de Centla.
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