Sunday, May 10, 2020

Malinalli, la polémica interprete / Malinalli, the controversial interpreter

    Ganas tenía ya de tomar a este personaje y recrearlo para mi novela. Su celebridad es tanto como la de Cortés mismo, y así igualmente su controversial fama; Malinalli (o Malintzin), conocida también como Doña Marina.

"La Malinche y Hernán Cortés" por Jesús Helguera, oleo sobre lienzo, 1942

    Nace alrededor del 1500 en Oluta, según se cree, una población cerca de Coatzacoalcos (Veracruz) en el seno de una familia de clase alta mexica. Fue vendida por su madre como esclava y tras unas contiendas entre mayas y mexicas esta terminó al servicio de Tascoob, cacique maya de Tabasco.

    Poco después Malinalli fue obsequiada a Cortés, junto a 18 mujeres más, oro y un juego de mantas, como parte del tributo ofrecido por los tabasqueños al ser derrotados por los castellanos en la batalla de Centla (14 de marzo de 1519). Cortés, que no se sintió atraído por ella en u principio, la ofreció como mujer a su capitán Portocarrero. Cuando este partió a España Cortés la retuvo a su lado por su valor como intérprete entre las lenguas maya y náhuatl. Junto a Jerónimo de Aguilar, que conocía el maya, y Malinalli el náhuatl, Cortés pudo comunicarse con los mexicas hasta que Malinalli, que ya para entonces la habían bautizado bajo el nombre cristiano de Marina, aprendió el castellano.

A Malinalli se la ve aquí vistiendo el típico huipilli

    Poco más diré de ella que no se pueda encortar en la red y en numerosas bibliografías sobre el tema. Sin embargo señalaré que su figura es tanto un símbolo de la traición a su raza, una víctima de las circunstancias o la imagen de la madre de la nueva cultura mestiza.

    Por mi parte, como hice con muchos personajes polémicos de la conquista, recabé información de diferentes fuentes y analicé en profundidad las circunstancias de Malinalli y el por qué actuó como lo hizo, y la doté de su propia psique desarrollándola a lo largo de la novela, desvelando poco a poco, según mi propio criterio, las motivaciones que la mueven dentro de la trama y brindando, tal vez, una nueva versión de doña Marina. ¡Y no os diré más!

    Lo que sí puedo decir por ahora es el proceso creativo para dar imagen a este personaje tan enigmático. Y como siempre haremos un poco de historia iconográfica sobre el aspecto que pudo tener Malinalli.

    Como podemos ver en las imágenes del lienzo de Tlaxcala, y en muchas otras ilustraciones, se la ve vestida con el huipilli, la túnica que se llevaba sobre los hombros y caía sobre el cuerpo, casi siempre a la altura de las rodillas, y bajo ésta el cueitl, la falda que envolvía el cuerpo y que se enrollaba en la cintura, de una sola pieza y sin costuras, cuyo largo también variaba según quien lo llevara. Estas son las prendas básicas del vestido femenino. El pelo, en estas representaciones, lo lleva suelto, largo y lacio, aunque hay otras en las que se la ve con el típico peinado náhualt de las mujeres. Y en cuanto a su rostro es sencillo, una idealización estereotipada del artista más que un retrato.

    Estas son las referencias visuales, amén de la cantidad de documentación existente en cuanto a cómo vestían las mujeres de esas regiones. Pero una gran referencia para desarrollar el personaje de Malinalli, su parte psíquica, es la lady Macbeth de Akira Kurosawa, la señora Asaji Washizu.

Fotograma del filme "Trono de Sangre" de Akira Kurosawa, 1957

    En el filme "Trono de Sangre", de 1957, Kurosawa nos presenta este fascinante personaje que actúa casi sin moverse y quien desata toda la tragedia de la historia cual fantasma incorpóreo pero siempre presente, de voz ladina e intrigante, sin exponer sus pasiones profundas pero diciendo las palabras exactas para que los demás hagan su voluntad.

    Pues este personaje, hierático, interpretado excelentemente por Isuzi Yamada, es mi más profunda inspiración para mi Malinalli, tanto física como espiritualmente.


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    I already wanted to take on this character and recreate it for my novel. Her celebrity is equal to that of Cortés himself, and likewise her controversial fame; Malinalli (or Malintzin), also known as Doña Marina, wrongly too La Malinche.

"La Malinche y Hernán Cortés" by Jesús Helguera, oil on canvas, 1942.
    Malinalli was born around 1500 in Oluta, believed to be a town near Coatzacoalcos (Veracruz), in the bosom of a Mexican upper-cast family. She was sold by her mother as a slave, and after skirmish between Mayas and Mexicas, she ended up in the service of a certain Tascoob, a Mayan chief of Tabasco.

    Shortly after, Malinalli was presented to Cortés -- along with 18 other women, gold and a set of blankets -- as part of the tribute offered by the Tabasco people once defeated by the Castilians at the Battle of Centla (March 14, 1519). Cortés, who was not attracted to her, offered her to his captain, Portocarrero. When Portocarrero left for Spain, Cortés kept her at his side because of her value as an interpreter.  Together with Jerónimo de Aguilar, who understood the Mayan language, Malinalli’s ability to speak both the Nahuatl and Mayan languages allowed Cortés to communicate with the Mexicas.  Eventually, Malinalli, baptized with the Christian name of Marina, would learn Castilian as well.

Malinalli wearing the typical aztec women dress, the huipilli

    I will gradually reveal a little more about her that cannot be found online or in numerous bibliographies on the subject.  However, I will point out that her figure embodies many symbols, such as a traitor to her race, a victim of circumstances, and a maternal image in the new mestizo culture.

    For my part, as I have done with many controversial characters from the conquest, I gathered information from different sources and analyzed Malinalli's circumstances to decipher why she acted the way she did.  I endowed her character with her own psyche, developing it throughout the novel and gradually revealing, according to my own criteria, her motivations within the plot, offering a new version of Doña Marina. And I won't tell you more!

    What I can say for now is about the creative process that gave rise to the image of this enigmatic character.  As always, I will present some iconographic history on the character’s appearance.  

    As the Lienzo de Tlaxcala reveals, as well as in other illustrations, she is seen wearing the huipilli, the tunic worn on the shoulders.  This tunic falls over the body, almost always at knee level. Immediately below it appears the cueitl, a seamless, one-piece skirt that wrapped the body and rolled up at the waist.  The length varied according to whom was wearing it.  These are the basic pieces of the feminine dress. The hair, in these representations, is loose, long and straight, although there are others in which she is seen with the typical Nahualt hairstyle. As for her face, it is simple, a stereotypical idealization of the artist rather than a portrait. 
                
    These are the visual references, thanks to the vast amount of documentation that exists regarding how women in those regions dressed.  But a great reference for developing Malinalli's character and her psyche is Akira Kurosawa's Lady Macbeth, Lady Asaji Washizu. 

Frame from Akira Kurosawa's film "Throne of Blood", 1957.

    In the 1957 film "Throne of Blood," Kurosawa introduces us to this fascinating character who acts almost without moving and who unleashes the entire tragedy of history as a disembodied but always present ghost, with a cunning and intriguing voice, saying exactly the words that will lead others to do her will without exposing her deep passions.  This hieratic character, played excellently by Isuzi Yamada, is my deepest inspiration for mine Malinalli, both physically and spiritually.

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